Moscú + Madrid = FISHKA

Rusia siempre ha tenido algo que me ha atraído muchísimo. De hecho, una de las ciudades que me gustaría visitar en un futuro (no muy lejano a ser posible) es Moscú. Para sortear las ganas que me invaden al pensarlo, lo mejor es acercarme a la ciudad del río Moskvá mediante la gastronomía, ¡cómo no!

Una vez más, mi propia ciudad me deja sin palabras cuando me encuentro con un restaurante que mezcla la cocina mediterránea con toques rusos.

Allí puede degustar una selección de zakuski o entremeses que me acercaron un poquito más a la gastronomía rusa. Sabores nuevos y deliciosas combinaciones como:

• Tostas de dos tipos de  focaccia ( original y de algas) servidos con tapenade de verduras asadas y anchoas, y requesón con mantequilla.
• Sardinitas con compota de tomate y tosta de olivas.
• Sopa fría de remolacha con manzana y smetana (un especie de yogurt griego).
• Draniki de verduras de temporada con kefir de cabra.
• Blinis con salmón marinado y de arenque.
• Rulo de la ensaladilla olivier ( cangrejo de río, pepino, pepinillo…).
• Arenque, patatas, manzana crudites con crema de pepinillos.
• Albóndigas con lombarda ácida y salsa picante de especias rusas.
• Pelmeni rellenos de pollo con crema de aguacate.
• Mini hamburguesas con foie.

La anécdota de la velada fue echar un vistazo a una revista rusa con Enrique Iglesias en su portada. 

Zakuski de gambas Fishka

Zakuski de sardinas y tomate Fishka

Zakuski Fishka

Zakuski de arenques Fishka

Zakuski Fishka

Zakuski de emulsión de verduras Fishka

Zakuski de salmón Fishka

Zakuski de carne y remolacha Fishka

Zakuski de foie Fishka

Zakuski con verduras Fishka

Zakuski, cóctel y revista Fishka

Para acompañar, los cócteles no podían ser si no de vodka. Increíble descubrir que combina a la perfección con maracuyá. También se podían tomar con frutos del bosque, o la refrescante caipiroska e incluso un sirope de grosellas y frutos rojos que se sirve mezclado con agua muy fría y parecía triunfar entre los comensales.

Caipiroska Fishka

Cócteles de vodka y maracuyá Fishka

Cócteles de vodka y maracuyá Fishka

Sirope Fishka

Cócteles de vodka Fishka

Cócteles de vodka y frutos del bosque Fishka

De su carta destacan tantos platos que es difícil escoger, así que allá va alguno. Podéis consultar su exquisita propuesta cliqueando aquí:

Entrantes

• Arenque bajo abrigo (una ensaladilla con arenque) – 10,50€
• Sardinas marinadas, tomate, cítricos y olivas – 11€
• Blini con caviar keta, salmón marinado, arenque y creme fraiche – 13€

Sopas como la poxlebka siberiana (de esturión) – 9€

Pescados del día y a la brasa como el esturión (20€) o la raya (21€).

Carnes

• Pelmeni de pollo y queso ahumado, ryagenka y salsa de aguacate – 13€
• Cordero con grechka, tomates cherry, chalote glaseadas y salsa de menta – 18 €
• Solomillo de ciervo, polenta trufada, pera y frutos rojos – 19,50€

Para compartir las sugerencias rusas son, entre otras:

• Blinchiki de setas (creps rellenos de setas)
• Blinchiki de carne (creps rellenos de carne y trigo)
• Kotleta con el ratatuy y pepinillo (hamburguesa estilo ruso)

Y todo esto rematado con postres como la pera escalfada, pistachos, vanilla y queso de cabra.

El restaurante es una preciosidad. Decorado con un gusto clásico y elegante que recuerda a los salones palaciegos. Predominan los rincones con flores, lámparas a media luz, el blanco y la madera. Es pequeño pero pueden dividirlo en dos ambientes para celebrar fiestas o reuniones si se quiere. 

Decoración en Fishka

Decoración en Fishka

Decoración en Fishka

Decoración en Fishka

Decoración en Fishka

El trato es rápido, preciso y amable. La cocina se ve gracias a una ventana que da al salón principal y el ritmo se nota acelerado. Puede que encontréis por allí a Natalia, su propietaria, y se pare a charlar con vosotros entre bocado y bocado. 

Fishka se encuentra situado en Suero de Quiñones, 22, Madrid (metro Prosperidad, L4). Telf: 915 192 572 / 910 133 812. Correo: info@fishka.es Y su web aquí: FISHKA. 

Si os apetece un capricho ruso, nos vemos por allí. 

Un mordisquito de обжора  (La Glotona según Google traductor, a saber…).

El Escaldón, restaurante canario

30 de mayo de 2013 y el calor que no llega. ¡Sigo saliendo por las mañanas con el abrigo porque tengo frío! ¡No me atrevo a comer helados! ¡La horchata me da repelús! Donde no deben notarlo es en las Islas Canarias…Por cierto, ¡feliz día para todos los canarios! Que sé de buena tinta que hoy es vuestra fiesta 😉

Precisamente este día fue la excusa perfecta para visitar un restaurante canario en la capital madrileña: El Escaldón. Lo que hay que hacer por una amiga canaria que está hoy en Madrid…Al menos sabíamos bien qué pedir o si nos daban gato por liebre.

En El Escaldón no pudimos resistirnos a pedir uno de los platos canarios por excelencia: las papas arrugás con mojo rojo de ñoras y verde de cilantro (10,6€) y además queso frito con salsa de chorizo de Teror y miel de palma Argodey Fortaleza (11,9€), queso asado con mojo verde (11,9€), huevos rotos Anaga con morcilla dulce de Tenerife (12,5€) y escaldón, que consiste en harina tostada de millo con caldo (10€).

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Todo estaba riquísimo y recomiendo especialmente el queso frito con salsa de chorizo de Teror, cuyo intenso sabor os va a sorprender mucho y, sin dudarlo, los huevos rotos Anaga con morcilla dulce de Tenerife. Que sí, que la morcilla es dulce. Está hecha con almendras, canela, batata y pasas. Deliciosa.

Pero a los entrantes voy a ponerles algunas pegas (y me permito la licencia porque fui bien acompañada por dos canarias de pura cepa). Sobre las papas hay que decir que en el archipiélago se sirven más pequeñas y sin sal gorda. El queso frito tampoco es habitual verlo de esta manera, sino rebozado y acompañado con mermelada de tomate. Y claro, los huevos rotos de toda la vida no son como los presentaron. De esto deduzco que intentan darle un toque propio o diferenciador porque el restaurante está llevado por canarios. Aun así, insisto: del sabor no hay queja alguna. 

Debo deciros que pedimos así para poder compartir entre los siete que éramos y acabamos llenos. Personalmente, el plato principal sobraba (y para que lo diga yo, tela).

Esos platos que completaron nuestra inmensa comilona fueron solomillo de cerdo a la plancha con salsa de miel de Retama (17€) del cual sorprendió mucho la salsa y lo bien hechos que estaban los solomillitos, chocos Bajamar con mojo verde (14,5€), calamares frescos con alioli de cilantro (14,6€) y bacalao confitado con encebollado tradicional (16€). Este último me decepcionó un poco porque no me pareció que estuviese bien rematado. Al masticar se quedaba gomoso, no se deshacía como suele pasar y esto le restó puntos al plato. Una pena porque de sabor sí daba la talla. 

Bacalao confitado

Calamares frescos

Solomillo de cerdo a la plancha

Chocos Bajamar con mojo verde

Hubiera estado bien encontrarnos con Clipper entre los refrescos porque es la estrella en las islas y más platos típicos canarios como el sancocho. 

Muchos os extrañaréis por los precios tan caros. Bueno, es que hay truco: la Glotona & cía fue con un descuento del 50% en carta que podéis obtener pinchando aquí mismo.  Y así nos salió todo a 18€/persona. De todos modos, hay menú del día por 15€. 

El restaurante es muy sencillo y cálido. Por toda la planta baja se distribuyen mesas altas con taburetes. Esta zona está pensada más para picar algo o tapear y  la planta superior para comidas o cenas. Tienen un balcón canario de madera muy resultón que se asoma a las escaleras y las mesas están cubiertas con manteles muy especiales. Poca decoración más de la tierra. 

Salón de El Escaldón

El Escaldón

En cuanto al trato, había leído en varios comentarios en otras webs que no eran muy amables, pero con nosotros no se portaron mal. Nuestro camarero fue muy cordial en todo momento. 

En definitiva, si no vas a pisar una playa hasta agosto o echas de menos el calor, es una buena opción para de calmar las ganas de verano. 

El Escaldón se encuentra situado en la Cava Baja, 29 (metro La Latina o Sol). Teléfono: 913 66 16 30. Abierto de 13:30 a 16:30 (excepto miércoles) y de 20 a 24h (todos los días). 

Un mordisquito de La Glotona más insular (y no os perdáis el monólogo que dejo abajo).

Wok to walk (or not)

¿Cuántas imágenes de series americanas se os vienen a la cabeza si hablo de paquetes de comida asiática para llevar? Me apuesto lo que queráis a que muchas, igual que a mí. Siempre me hizo gracia y por fin lo he hecho: comer de una caja (y mira que suena mal) gracias a Wok to walk.

El sistema de su menú en 3 pasos es muy sencillo. 

Wok to walk

1. Primero eliges la base, que pueden ser tallarines de huevo, integrales, de arroz, Udon, arroz blanco, arroz integral o verduras mixtas. Todos se sirven directamente salteados con verduras y huevo. Puedes pararte aquí y te costará 4,90€ o puedes seguir y añadir mucho más. 
2. En caso de que quieras más ingredientes, puedes elegir desde pollo, ternera o gambas hasta bambú, tofu, piña, champiñones…Los precios por ingrediente van desde 1€ hasta los 2€, y añades tantos como quieras.
3. Luego escoge una salsa. Las hay más picantes como la Bangkok (curry amarillo y coco) y más suaves como la Tokyo (Teriyaki, salsa de soja dulce). Lo mejor de todo es que es gratis, no te cobran por ella.
4. Además, tienen toppings con los que completar tu creación, como cacahuetes, cebolla frita, cilantro…por 0,4€ cada uno.
5. Y si quieres bebida, los refrescos y las cervezas cuestan 1,5€ y el agua 1,3€.

Así que es tan fácil como plantarte delante del mostrador e ir pidiendo lo que más te apetezca. Luego pasa todo al wok y en un momento está listo y en su cajita, preparado para comer. Mi combinación fue improvisada pero no me quedó nada mal: tallarines de huevo, pollo, anacardos, bambú y salsa de cacahuetes (ojo, que pica). Además de un refresco. Todo por 10,3€ en total.

Wok to walk es una opción que se ajusta a cualquier perfil:

Si necesitas comer rápido, a penas tardan 5 minutos en tener tu pedido. Si quieres que sea comida sana, lo es y mucho. Si te gusta la comida al wok, no busques más. Cocinan en directo y todos los ingredientes son frescos y naturales. Te lo puedes llevar donde quieras o tomártelo en el local tranquilamente. Y si prefieres que sea económico, es tu lugar. ¡Encima la cantidad es generosa y está muy pero que muy rico! ¡La comida rápida no tiene porqué ser mala! 

The Big Bang Theory, amantes de las cajitas

Wok to walk se encuentra en C/Hortaleza, 7 y C/Mayor, 4. Abre de D a J de 12 a.m a 2 a.m. V y S hasta las 2:30 a.m. Puedes ver su web haciendo clik aquí.  

No olvides coger un tenedor o unos palillos junto a la caja y let’s walk…or not. 

Un mordisquito de La Glotona con prisas. 

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El Califa de Madrid

Escondido en una callecita del centro, entre el triángulo que forman Ópera, Sol y Callao, está El Califa, un restaurante y tetería árabe.

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Tras ver la carta y pedir, nos sirvieron un aperitivo con aceitunas y una pasta de berenjena, pimientos y aceite, además de pan. Pude probar varios platos de su carta. De entre los entrantes escogimos el falafel (bolitas de garbanzos y especias fritas), ensalada de la casa (con endivias, mango y dátil) y empanadillas de espinacas.  

Escoger los platos principales fue complicado entre tanta variedad. Todos llamaban la atención y apetecía probarlos, así que  nos decidimos por la pastela, un hojaldre relleno con huevos, frutos secos, canela y pollo, que liga sorprendentemente bien lo dulce con lo salado (nunca me hubiera atrevido a decir que al pollo le va bien el azúcar glas y la canela); shishtawook o brochetas de pollo acompañadas de salsa de yogur; y por último, aposté por el tayin, un guiso de cordero con pasas, ciruelas y cebolla. Servida en recipiente de barro, la carne estaba tan tierna y jugosa que daba gusto comerla, además las ciruelas hacían un contraste de sabores delicioso. Solo quedaron los huesos en el plato.

De lunes a jueves puedes escoger un entrante y un plato principal, como hicimos nosotras, tan sólo por 6€. Y para cenar también pero por 8€. La mayoría de los platos estaban entre los 5 y los 12€, ¡así que es una ganga! Va con bebida a parte, pero no es excesivamente caro: 2,5€ el agua y 2,75€ los refrescos. 

Para rematar esta comilona pedimos té, ¡no podían faltar! Tomamos té de hierbabuena, el más típico y tradicional, té negro con maracuyá y rooibos con arándanos y canela. Presentados en teteras individuales con cantidad suficiente para varios vasos y claro, todas las hierbas al natural en su interior. Por 3,5€ cada uno. Como viene siendo habitual, también venden alcohol. 

El detalle que me conquistó fue que yo pedí un dulce árabe (1€) y no solo me invitaron al mío sino que nos regalaron 3, uno para cada una. Hechos con hojaldre, miel y pistachos resultaron curiosos porque la masa estaba fría aunque buenísima. 

El Califa está decorado en su interior hasta el detalle. Mapas de Marruecos, platos pintados, molduras de madera, espejos ojivales, lámparas a media luz y mesas pintadas a mano con motivos árabes, por no hablar del horno que se aprecia al fondo del salón. Las sishas no podían faltar, espero que no os moleste comer con gente fumando a vuestro alrededor. A mí particularmente no porque no huele como el humo del tabaco, sino que es más dulce. Para quien le interese, creo recordar que las cachimbas costaban 10€. La música árabe de fondo nos encantó. No sé qué tienen pero a mí se me pegan aunque no entienda ni una palabra. 

Respecto al trato no tengo ninguna queja. Nuestro camarero hablaba muy bajito pero siempre nos atendía con una sonrisa y rapidez. 

Recapitulando: todo está buenísimo, el precio es un chollo, te tratan de lujo y sales deseando hacer un viaje a cualquier rincón árabe. Pasa a ser otro de mis restaurantes «de fondo de armario». 

El Califa se encuentra en la Calle Trujillos, 3, Madrid. Teléfono: 91 559 93 60. Abierto de lunes a jueves de 14 a 2h y de viernes a domingo de 14 a 2:30h.
Web www.califamadrid.com  

Un mordiquito de La Glotona , habibis. 

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¡Adiós, 2012!

Como decía Mecano, «los españolitos, enormes bajitos, hacemos por una vez algo a la vez», ¡tomar las 12 uvas! Cada casa tendrá un menú distinto, pero esta parte de la tradición nunca falla (bueno, y lo de la ropa interior roja, adelantar el pie izquierdo, brindar con un anillo de oro dentro de la copa, poner la maleta en la puerta para viajar…).

Seguro que todos sabéis de dónde viene esta curiosa costumbre que diferencia a España cada 31 de diciembre, pero siempre hay algún despistado.

Todo comenzó en 1909,  cuando hubo un excedente en la cosecha de uvas en Alicante.  Los agricultores las repartieron y además se empezó a decir que daría suerte tomarlas con las campanadas, y ya se sabe que aquí somos todos una panda de supersticiosos, digamos lo que digamos. 

Las uvas que no pueden faltar

Esa es la versión que siempre he oído, hasta ayer mismo cuando leí en lasprovincias.es que en realidad, todo comenzó a finales del siglo XIX para ridiculizar a la aristocracia, que solía tomar champán y uvas cada fin de año. En 1882 se sancionaron las actividades ruidosas que el pueblo madrileño hacía durante la Navidad, lo cuál molestó bastante. Así, se reunieron para protestar comiendo uvas en la Puerta del Sol y de paso, burlarse de los aristócratas, quienes sí podían organizar cuantas fiestas quisieran. Ojo, que lo dice un estudio del Consejo Regulador de la Denominación de Origen ‘Uva Embolsada del Vinalopó’.

Sea como sea, no somos los únicos que tenemos tradiciones que giran en torno a la comida y con las que buscamos la dicha. En Grecia, por ejemplo, toman un pastel conocido como vassilopitta. Dentro se esconde una moneda y quien la encuentre será la persona con más buena suerte en el año que va a comenzar.

Vassilopita griega

¿Y qué me decís de los italianos y las lentejas? Comen un plato esa noche para atraer la prosperidad y la fortuna con el nuevo año.

En Alemania es típico cenar y dejar sobras en los platos para que el año siguiente tengan la despensa bien llena (y parece que no les va nada mal).  Y los japoneses suelen cenar fideos para garantizarse una larga vida.

Una Nochevieja de estas voy a juntar todas esas tradiciones del mundo. No sé si me tocará la lotería pero seguro que ceno la mar de bien. Y vosotros, ¿conocéis más supersticiones ligadas a la cena de Nochevieja? 

Solo me queda desearos en este último post del 2012, que entréis al 2013 por la puerta grande, que se cumplan todos vuestros deseos y seáis felices cada día de los 365 que están a punto de llegar.  Cuidado con las uvas, recordad que hay que masticar y no engullir. 

Doce mordisquitos llenos de cariño de La Glotona. 

Menú de Nochebuena

¡¡Feliz Navidad, glotoncillos!!

¿Cómo fue la Nochebuena? ¿Salió volando algún langostino? ¿Cantó vuestra abuela villancicos agarrada a la botella de anís? ¿Se presentó Papa Noel? ¿Desapareció el turrón?

Hoy os dejo el menú de la cena de anoche. En mi casa fuimos 9. Estaba todo tan bien presentado que daba pena comerlo pero, tras el primer bocado, sabías que no podrías parar. Vamos allá:

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• Para empezar, embutidos: jamón, salchichón y queso scamorza. Acompañado de refrescos y cervezas.

• Los entrantes fueron de lo más variado: tartaletas con queso de cabra y cebolla caramelizada y tartaletas con machaca. Y desde aquí hasta el final del párrafo, fue obra de mi tía Susana. Solo diré que nos dejó a todos alucinados: tartaletas de mus de queso y anchoa con fresas; vol au vents rellenos de hummus; tostas con solomillo, queso de cabra y cacahuetes; tartar de salmón y aguacate sobre algas con pan japonés; tostas con langostinos envueltos en láminas de mango y tostas con mango, paté y pistachos. A todo esto hay que sumarle una bandeja de sushi casero que no tenía nada que envidiar al de cualquier nipón. Increíble despliegue de color y sabores. Y para beber, Lambrusco.

• Zona marítima: pulpo a la gallega y langostinos. Para hacer hueco, una riquísima sopa de marisco.

• Cierre con carnes: solomillo de cerdo al whisky. Receta materna que deja sin palabras. Para acompañar, ensalada con nueces, cebolla frita y arándanos. Para beber cambiamos a un vino rioja reserva del 2008, Viña Pomal, de las Bodegas Bilbaínas de Haro, ¡qué sabor a madera!

• Postres: todos los turrones del mundo, un surtido de polvorones, mantecados y demás delicias estepeñas, y pop-cakes, de Susana también, que consisten en bolitas de bizcocho de chocolate cubiertas con una capa de chocolate. Por supuesto, salió la tradicional sidra para el brindis.

• Copas y cafés.

Y hasta aquí. Desde luego, es una cena para tomar con calma, disfrutar de la conversación y las risas en familia.

Bien. No me da tiempo a explicar todas las recetas, así que la idea es ir colgándolas poco a poco. Empezaré con la más sencilla de todas: las tartaletas con machaca. Conocí este plato por mi abuela paterna y me encanta. Es sencillo y rapidísimo. Ingredientes para 8:

• 16 tartaletas de pan
• 4 palitos de surimi de cangrejo
• 2 huevos cocidos (sin yema)
• 3 cucharadas grandes de mayonesa

Hay que trocear muy bien el cangrejo y el huevo. Se ligan con mayonesa y lista la machaca. Luego se rellenan con una cucharilla las tartaletas y lo tenemos a punto para servir. ¡No pongáis esa cara! Dije que era rapidísimo.

Esto es todo amigos glotones. Otro día más y mejor.

Agradecer a mi familia la paciencia conmigo porque no les dejo comer hasta que no tengo la foto perfecta jeje.

Un mordisquito navideño de La Glotona.

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Devinums. Para amantes del buen comer y el vino.

A finales de septiembre celebramos un acontecimiento precioso en mi familia: las Bodas de Oro de mis abuelos. ¡50 años juntos, que se dice pronto! Y obviamente no podíamos ir a cualquier sitio a comer. Tenía que ser para grupos grandes (fuimos 12), con comida de primera (porque de algún sitio me viene a mi esto de ser La Glotona) y a buen precio.

Escogimos Devinums, un restaurante-vinoteca que ya habíamos visitado todos en otra ocasión y del que salimos muy contentos y satisfechos además de con el estómago lleno.

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Como éramos tantísimos, pedimos dos menús para dos personas y uno para 4 personas, ¿me explico? Me ha costado recordarlo un buen rato jaja 

El menú para dos son 20€ por persona y viene con ensalada saludable (lechuga, tomate, atún, espárragos, cebolla, zanahoria y aceitunas negras), lomo alto gallego con pimientos de padrón y patatas fritas más una botella de vino tinto ribera del Duero o rosado. 

El menú para cuatro son 60€ en total (15€ por cabeza) y trae una fuente de ibéricos (lomo, chorizo, jamón y queso), ensalada saludable, croquetas de jamón caseras, huevos estrellados con jamón ibérico y pulpo a la gallega. 

El caso es que nosotros, por haber pedido de forma tan extraña, teníamos 3 ensaladas iguales y nos cambiaron dos de las ensaladas saludables por una que llevaba queso de cabra y una ración de sepia a la plancha. También pedimos una ración de calamares fritos (11€)  y otra de cazón. Todo esto sin cambiar el precio de los menús, lo cual es de agradecer. 

La verdad es que estaba delicioso. Tuvieron que pasar el lomo alto gallego un poquito más para quienes no nos gusta poco hecho pero por lo demás, fenomenal. Todo bien preparado y presentado. ¡Y casero! 

Aquí podéis consultar toda la carta y los menús de los que os hablo. ¡Pincha por aquí y deleitate!

Aquí os dejo los menús para grupos anticrisis y para celebraciones como Comuniones o bautizos. ¡Pincha! 

En las fotos veréis que aparece una preciosa tarta de nata y fresas con una fotografía en blanco y negro: son mis abuelos el día de su boda. Se emocionaron muchísimo y mi abuela dijo: «¡Quién me iba a decir que a mis años me vería en una tarta!». Qué grande es 🙂 A lo que iba, la tarta la encargamos en la Pastelería Valle Olid, de la que os he hablado otras veces (aquí podéis recordarlo). Fue un deleite comérsela a la vez que toda una tristeza tener que trocearla. Para poder tomarla en Devinums no hubo ningún problema, solo tuvimos que avisar con antelación de que nosotros llevábamos el postre. Y para colmo, ¡nos regalaron dos botellas de cava! 

La atención de los camareros fue maravillosa. Los platos no tardaron en llegar uno tras otro. A veces no nos daba tiempo a terminar uno y ya teníamos el siguiente. 

La decoración de Devinums es para fijarse con reposo: cuadros de los distintos tipos de uvas, paredes de piedra, cristaleras y al fondo a la izquierda la increíble bodega. Tienen una selección de vinos tintos y blancos para quitar el hipo, con precios en todos los rangos y para todos los gustos. 

Qué queréis que os diga…Este sitio es fantástico para ir en grupo, para comer bien, para disfrutar de buenos vinos  y un ambiente muy agradable. 

Devinums se encuentra en la Avenida Nuestra Señora de Fátima, 86. En el barrio de Carabanchel, Madrid. Tel: 91 462 88 28. Email de reservas: reservas@devinums.com Y su web: http://www.devinums.com/

Y la pastelería Valle Olid en Calle López de Hoyos, 110, Madrid. Tfn: 914 11 24 66

Un mordisquito de La Glotona. Y uno muy grande y especial para toda mi familia, que me leen. Gracias por la paciencia al verme haciéndole fotos a cada plato sin dejaros empezar a comer 🙂

 

Días de peli y manta

La Glotona últimamente no para: clases, trabajo y muchas cosas por hacer. Tantas, que no tengo ni tiempo para hacer una entrada digna. Por eso, os traigo un plan que apetece en tardes de viernes-sábado-domingo frías y lluviosas como las que tenemos estos días: peli y manta. 

Necesitareis: 

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• Manta: suave, grande y calentita (esto es indispensable). Que sea fea o bonita ya no importa tanto…
• Para el asunto de la película podéis escoger la que más os guste. Personalmente, me da igual si es ver una repetida de la que ya casi me sé los diálogos o coger una de esas que tengo pendiente desde hace ni se sabe. Pelis que nunca jamás fallan: 

1. Love Actually
2. El Padrino
3. Titanic
4. Amelie
5. Drácula
6. West Side Story
7. El discurso del Rey
8. Mamma mia
9. La vida es bella
10. El Señor de los Anillos (ver las 3 del tirón no es necesario)
11. Harry Potter y cualquiera de las 8 de la saga (como la anterior, no hay que verlas todas del tirón pero si os hace ilusión no hagáis planes en los siguientes 4 días)
12. etc, etc, etc. 

• Un buen sofá.
• Comida. ¡Aquí quería llegar yo! En la nevera no pueden faltar los refrescos y en la despensa una serie de avituallamientos básicos: palomitas, frutos secos (excepto kikos, que hacen mucho ruido), chocolate y chocolatinas para parar un tren, patatas fritas, ganchitos y otras guarradas, cortezas, aceitunas, nachos con queso, pizza, y un bote de ENO Digestivo (por si acaso). 

Nada más. Desconectad los teléfonos, apagad el ordenador y ni caso al timbre de la puerta. Vivan los días de pelis y mantas. 

Aprovecho para agradeceros los votos en los Premios Bitácora 2012, ¡La Glotona ha quedado en el puesto 66 de 16.448 blogs nominados! Es todo un orgullo y no podría daros suficientes veces las gracias 🙂 

Un mordisquito de La Glotona desde debajo de su manta. 

Día Europeo de las Lenguas

Hoy os traigo un plan para dentro de 1 año (si es que el mundo no se acaba antes, claro). Hay que ir al Día Europeo de las Lenguas y más en concreto al Instituto Goethe de Madrid.

¿Que qué hace La Glotona hablando de esto? Sencillo. El pasado día 27 se celebró una jornada de puertas abiertas a las culturas europeas en distintos centros e institutos culturales de Madrid con motivo del Día Europeo de las Lenguas. En mi caso, me decanté por visitar el Instituto Goethe por la programación tan chula y variada que tenían preparada: mini-cursos de introducción al alemán, neerlandés, finés, lituano, húngaro y rumano; una muestra de libros; un pase de cine mudo y como remate una feria gastronómica con especialidades culinarias de Alemania, Bélgica, Lituania, Hungría, Finlandia, Suiza, Rumanía y la República Checa. 

Ahora entendéis qué hago escribiendo de esto, ¿verdad? ¡Probé tantísimas cosas! Quesos y chocolates suizos, cerveza checa, saquitos de requesón y rulitos de chocolate de Hungría, tarta de manzana y de queso alemanas, galletas lituanas, trufas belgas, pan y buñuelos rumanos…

 

Además, asistí a las clases de alemán, neerlandés y finés, siendo esta última la que más me llamó la atención. También regalaban cositas. Aluciné cuando me dieron un libro de recetas alemanas by the face. Obviamente, le voy a dar ben uso. Ya os contaré.

Espero que el año que viene lo celebren de nuevo. Si queréis enteraros, solo estad atentos a La Glotona porque pienso repetir.

Un mordisquito de La Glotona y näkemiin!

¡Por favor! ¡Votadme en los Premios Bitácora 2012! Tenéis el botón a la derecha 🙂 

La Glotona por Bournemouth

Tortilla made in Spain by my mother

 

Hello my hungry people!! How are you?? I really missed you 🙂

Como os contaba en mi última entrada, allá por principios de julio, he desaparecido durante un tiempo en tierras inglesas. En Bournemouth más concretamente. La experiencia será inolvidable y ha merecido la pena en cuánto a volver hablando inglés por los codos, desenvolverme sola y conocer gente de todo el mundo.

En cuanto a lo gastronómico, también me ha cundido mucho (quién lo dudaba?). Por ejemplo,para aprender sus costumbres. Resulta que  los ingleses no ponen ni aceite ni sal a las ensaladas (¡jamás!) y se tragan las hojas de lechuga a palo seco como si de vacas comiendo hierba se tratara. Algo asqueroso y triste para mí, acostumbrada a las delicias de ensaladas que hace mi padre en las que el aceite de oliva es esencial.

Por otra parte, me enganché al earl grey tea. Lo tomaba para desayunar, de vez en cuando después de comer y varias veces antes de dormir. Con el de Mercadona no me pasa esto… Será que lo preparan ardiendo y tiene efectos…Como le dije a uno de mis profesores, «your teacups aren’t hot, they are REALLY HOT!» Y en cuanto al café, según me decían, está amargo a más no poder.

La leyenda de los horarios es cierta: desayunan pronto y bien, almuerzan a partir de las 12 y bastante mal (pero por suerte iba a la cafetería de la universidad donde siempre había algo comestible) , y cenan de las 17:30 en adelante. De hecho, en mi host family cenaban a las 19:30 y no era nada usual, por mi parte, decidí tomármelo como si de la merienda-cena se tratase. El problema es que adoran la pasta, o al menos en mi casa era así: de 20 noches cené (mínimo) 12 veces pasta. Aunque debo reconocer que nunca la preparaban dos veces igual: con tomate, con queso, a la carbonara, con pollo, con setas, con chili… Increíble despliegue de imaginación. Otra noche decidieron sorprenderme con un plato típico cuya descripción se puede resumir en que era un puré pastoso de carne de ternera con patata, cebolla y pimientos. No estaba mal.

El asunto de la fruta llegó a mosquearme. ¡No había! Tuve que pedir que me trajeran algo para desayunar y entonces las manzanas volvieron a entrar en mi vida. Con los dulces sin  embargo no hay problema. De todas las clases, colores y sabores. Mi favorito: el Dairy Milk Caramel de Cadbury.

Me despedí de Bournemouth con fish&chips y al llegar a Madrid me encontré con la tortilla de patatas de madre en pleno aeropuerto (pancarta de recibimiento y banderita patriótica incluidas).

Conclusión: echaba de menos la comida de verdad y estos ingleses no saben comer (ni parecen estar interesados en cambiarlo).

La próxima entrada será sobre un desayuno típico british que tuve el placer de probar, antes me apetecía poneros en situación.

Un mordisquito de La Glotona, did you miss it?